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Experimentos caseros

Haz un medidor de pH casero con lombarda

Experimento de ph con lombarda
Experimento de ph con lombarda
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 16.12.23

Es probable que en alguna ocasión hayas oído hablar del pH, cómo mantenerlo o de los productos que pueden dañarlo. Se trata de la medida que determina el grado de acidez o alcalinidad de una sustancia o una solución en una escala de 0 a 14. Pero, ¿sabes por qué tiene un papel fundamental en nuestro día a día? Con este experimento de pH casero averiguarás cómo son los líquidos y los alimentos que tienes en casa.

Lo primero es entender la importancia del pH. Por ejemplo, no tienes la misma sensación cuando te lavas la cara con un limpiador suave, diseñado para mantener el equilibrio de la piel, que cuando usas otro producto que es demasiado alcalino o ácido. La superficie de nuestro rostro tiene un pH ligeramente ácido, alrededor de 4,7 a 5,75. Un limpiador demasiado alcalino podría dejar la piel seca y tirante, mientras que uno demasiado ácido podría causar irritación. De ahí lo necesario de conocer esta medida y usar productos adecuados.

Aprende un poco más sobre estos conceptos con este experimento de pH hecho con alimentos y productos que tienes a tu alcance en casa.

Materiales

  • 1 lombarda pequeña
  • Olla
  • Colador
  • 2 recipientes grandes resistentes al calor
  • Vasitos de vidrio transparente o probetas de laboratorio
  • Cuentagotas
  • Agua
  • Sal
  • Zumo de limón
  • Vinagre
  • Alcohol
  • Detergente
  • Bicarbonato
  • Amoniaco
  • Lejía

Pasos

  1. Pon al fuego una olla con agua y lleva a ebullición.
  2. Mientras, ralla la lombarda y coloca los trozos en un recipiente grande.
  3. Vierte agua hirviendo hasta cubrir la verdura al completo.
  4. Deja reposar, removiendo ocasionalmente, hasta que el líquido esté a temperatura ambiente, alrededor de media hora.
  5. Cuela el resultado sobre un cuenco limpio y retira todos los restos de la verdura. Conseguirás una infusión de color violeta. Ya tienes tu indicador.
  6. Llena la mitad de una probeta o ¼ de un vaso con este líquido.
  7. Usa el cuentagotas para añadir un chorro del zumo de limón. Remueve con cuidado mientras haces la mezcla.
  8. Repite estos pasos con el vinagre, el alcohol, el detergente, el bicarbonato, el amoniaco, la lejía y el agua en otras probetas o vasitos.
  9. Verás cómo cada recipiente ha cambiado de color según el producto que le hemos añadido.
  10. En el caso del zumo de limón o el vinagre, el tono derivará hacia los rosados. Si añadimos agua, que es neutra, el color no tiene que cambiar. Igual pasará si hacemos el experimento con alcohol o añadiendo sal al zumo de lombarda.
  11. Pero si probamos con detergente, el color pasará a convertirse en verde. Igual que sucederá si lo hacemos con amoniaco. Por su parte, el bicarbonato provocará una reacción que hará que se convierta en azul. Y en el caso de la lejía, la combinación se pondrá amarilla.

Explicación

Para comprender este experimento casero hay que comenzar por tener unos conceptos básicos sobre los ácidos y bases. Los ácidos presentan un pH por debajo de 7, lo que significa que tienen una mayor concentración de iones de hidrógeno, es decir, son como pequeños donadores de esos iones en líquidos. Para que los reconozcas, es frecuente que tengan un sabor ácido, como el zumo de limón o el vinagre.

Por su parte, las bases, con un pH superior a 7, recogen iones de hidróxido en líquidos. Son elementos como el jabón, que tienen un tacto resbaladizo. El punto medio representa la neutralidad. Es el caso del agua.

Para saber si algo es un ácido o una base, usamos un indicador, una sustancia química que cambia de color dependiendo de cómo es la solución. La lombarda contiene un pigmento indicador llamado flavina, un tipo de antocianina, que también está en la piel de manzana, la cebolla morada, las ciruelas, las amapolas, los arándanos y las uvas. Las soluciones muy ácidas reaccionan haciendo que adquiera un color rojo. Las neutras resultarán con un color violáceo y las bases cambiarán el tono del líquido convirtiéndolo en amarillo o verdoso.

Puedes probar con otros elementos que tengas en casa para averiguar su pH según el color de la reacción. Y, para que tengas una referencia más concreta, sería así:

  • Rojo: pH 2
  • Magenta: pH 4
  • Violeta: pH 6
  • Azul: pH 8
  • Verde: pH 10
  • Amarillo verdoso: pH 12

También puedes llevar tu experimento de pH casero un paso más allá y crear unas tiras reactivas como las que usan los socorristas para controlar la composición del agua de las piscinas. Para crearlas, tienes que sumergir unos rectángulos hechos con filtros de café en el zumo concentrado de lombarda. Una vez que estén bien impregnados, sujétalos con unas pinzas para que se sequen por completo. Prueba a sumergir una de las tiras en un recipiente con vinagre y verás cómo cambia de color. Si la tira se vuelve roja, indica acidez; si se torna verde, el líquido es básico. Cuando permanece morada, la sustancia es neutra. Otro modo de medir el pH y poder llevar tu experimento a cualquier punto.