Aprendizaje vivencial: las claves para fomentarlo

¿Te has preguntado alguna vez cómo podrían tus hijos aprender de manera más significativa y duradera? El aprendizaje vivencial es una ventana a un mundo de conocimiento a través de la acción y la experiencia. A diferencia de la enseñanza tradicional, donde el enfoque suele ser puramente teórico, esta metodología se basa en la experimentación práctica, lo que les permite construir un saber mucho más profundo. Pero, ¿cómo beneficia a los niños y cómo puedes fomentarlo?

¿Qué es el aprendizaje vivencial?

Como su propio nombre indica, este concepto alude a una forma de aprender haciendo. Los niños (como todos, incluyendo los adultos) adquieren conocimientos al participar en actividades, experimentos y situaciones reales. A través de estas iniciativas directas, no solo retienen información, sino que también desarrollan habilidades, tales como el pensamiento creativo, la resolución de problemas y la toma de decisiones. Si lo piensas un poco, probablemente también te suceda: no es lo mismo estudiar la teoría que poner algo en práctica. Pero, ¿cómo funciona exactamente esta metodología?

Se basa en cuatro elementos esenciales: la acción, la participación de los sentidos, la capacidad de razonamiento y el pensamiento crítico. Cuando se involucran en experiencias que requieren el desarrollo de estos pilares, la enseñanza resulta más eficaz y profunda.

¿Cuáles son sus beneficios?

Adquirir conocimientos de forma vivencial fomenta la capacidad de analizar y reflexionar sobre ellos, y permite a los niños cuestionar y comprender mejor cada cosa que incorporan. Además, las nociones previas se asientan, lo que hace que el aprendizaje sea más relevante y fácil de retener.

Por otra parte, al involucrarse activamente en el proceso, los niños recuerdan y comprenden mejor lo que han experimentado, en comparación con la transmisión simple de información teórica.

Claves para fomentar el aprendizaje vivencial

1. Brinda experiencias significativas

Ofrece a tus hijos oportunidades para involucrarse en actividades prácticas. Pueden ser simples y cotidianas, como explorar la naturaleza en un paseo, aprovechar cualquier pregunta que nos hagan para ilustrar la respuesta con ejemplos prácticos o comprobaciones in situ, o, incluso, realizar experimentos científicos caseros. La diversión y el aprendizaje pueden ir juntos, también mientras compartimos con ellos todo tipo de situaciones.

2. Invita a la reflexión

Después de cada uno de estos momentos, intenta fomentar la reflexión, invítales a que piensen en lo que han hecho. Pregúntales qué lecciones sacaron, cómo se sintieron y qué podrían haber realizado de manera diferente para que saliera mejor. El análisis les ayudará a fortalecer su capacidad de autoevaluación y también a consolidar todo lo adquirido, así como contarlo más de una vez, e incluso cuando se lo enseñan a alguien más.

3. Estimula su curiosidad

La curiosidad mató al gato, pero la satisfacción lo revivió, dice la nueva versión del dicho popular, y algo así es. Aprovecha la curiosidad innata de tus hijos exponiéndolos a nuevas situaciones. Visita museos, parques temáticos, lugares históricos e intenta utilizarla a tu favor. Anima sus preguntas y piensa respuestas junto a ellos.

Aprovecha sus preferencias particulares para explotar su curiosidad; por ejemplo, si le gusta el Minecraft, ¿por qué no probar a construir cosas juntos en el mundo real mientras te cuenta cómo lo hace en el juego? Poner sus gustos y aficiones al servicio de su aprendizaje siempre es una genial idea. 

4. Apoya el juego libre

El juego es una forma divertida y natural de aprender. Proporciona a tus hijos el tiempo y el espacio para jugar de manera libre. Esto les permitirá explorar, experimentar y desarrollar su creatividad de manera lúdica, mientras descubren el mundo a su alrededor.

5. No temas sus errores 

No tengas miedo de que tus hijos cometan errores, ni les traslades este temor a ellos. No son un fracaso, sino una oportunidad para mejorar. Permíteles enfrentarse a problemas y retos, y acompáñalos en el proceso de encontrar soluciones.

6. Involúcralos en actividades cotidianas

Incluir a los niños en las actividades diarias, como cocinar, hacer la compra o cuidar las plantas, les brinda experiencias para saber más sobre el mundo que les rodea. Además, les ayudará a ganar autonomía. 

7. Promueve su interacción social

El aprendizaje vivencial se enriquece mediante la interacción con otros. Anima a tus hijos a colaborar en proyectos con amigos o familiares, lo que les servirá para desarrollar habilidades de trabajo en equipo y comunicación.

La importancia del aprendizaje vivencial

No solo se trata de adquirir conocimientos, sino también de desarrollar habilidades y actitudes que son fundamentales en la vida adulta. Este enfoque educa a los niños en la resolución de problemas, la toma de decisiones, la creatividad y la autoconfianza.

Implementación en el aula

Integración del currículo

Las escuelas también desempeñan un papel relevante en el fomento del aprendizaje vivencial. Los maestros aplican este enfoque a través de proyectos interactivos, laboratorios de ciencias, excursiones educativas y actividades experimentales en el aula.

Apoyo a metodologías diversas

Este método se adapta a diferentes estrategias. En algunos momentos son más útiles las experiencias prácticas, mientras que en otros se precisa un enfoque más teórico. La flexibilidad en la enseñanza beneficia a todos.

Enfoque centrado en el estudiante

Las escuelas pueden adoptar estrategias centradas en el estudiante, permitiendo que estos elijan áreas de interés y participen en la planificación de su propia formación.

Un entorno dinámico

Muchos colegios facilitan un entorno de aprendizaje dinámico que fomenta la experimentación, el descubrimiento y la colaboración entre compañeros. Esto puede llevarse a cabo a través de proyectos grupales, debates y resolución de problemas en equipo.

Recordemos que esta metodología es una herramienta perfecta para el desarrollo de los niños. Tanto madres, padres como educadores tenemos la responsabilidad de crear oportunidades que permitan a los pequeños aprender a través de la experiencia, alentar su curiosidad y habilidades para resolver distintas situaciones.

Al incorporar estos principios en el hogar y en el aula, estamos preparando a nuestros hijos e hijas para convertirse en individuos autónomos, críticos y con la capacidad de adaptarse a un mundo en constante cambio.